[. Por lo tanto, la mejor práctica para las empresas que toman parte en procesos judiciales consiste en no utilizar esos procesos, de los Estados, entre las prácticas positivas cabe señalar la salvaguardia de los procesos judiciales frente a influencias,
73. Preservar la integridad de los sistemas judiciales]
73. Preservar la integridad de los sistemas judiciales es un elemento fundamental del estado de derecho. Cuando los actores empresariales se involucran en procesos judiciales con la esperanza de evitar rendir cuentas, obstaculizar el acceso a la justicia de las víctimas de vulneraciones de los derechos humanos relacionadas con las actividades empresariales u obstaculizar la aplicación a las empresas de reglamentos que protegen los derechos humanos, están en juego la legitimidad, la independencia y la imparcialidad del sistema judicial. Por lo tanto, la mejor práctica para las empresas que toman parte en procesos judiciales consiste en no utilizar esos procesos, ni intentar influir en ellos, de formas peligrosas para los derechos humanos. En el caso de los Estados, entre las prácticas positivas cabe señalar la salvaguardia de los procesos judiciales frente a influencias externas, por ejemplo velando por que los esfuerzos de los grupos de presión no afecten ni al inicio ni al resultado de los procedimientos judiciales y por que las empresas no puedan utilizar los procesos judiciales como armas contra los críticos.