[ bajo el paradigma del dominio humano sobre la naturaleza. Esta perspectiva considera el agua como un bien divisible, aguas abajo, exacerbando aún más las tensiones por el control y el uso del agua, Relatoría especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, Reporte temático 33]

7. Muchos conflictos relacionados con el agua tienen su origen en la percepción del agua como un recurso económico que debe gestionarse bajo el paradigma del dominio humano sobre la naturaleza. Esta perspectiva considera el agua como un bien divisible y controlable, lo que, desgraciadamente, fomenta la competencia y las controversias sobre su gestión y utilización, incluidas las alteraciones del régimen hidrológico. Las infraestructuras, en particular las presas, desempeñan un papel importante en la modificación del caudal de agua, repercuten en la generación de energía hidroeléctrica y afectan a diversas actividades aguas abajo, exacerbando aún más las tensiones por el control y el uso del agua. Además, el agua es una importante palanca de poder que algunos pueden utilizar indebidamente en la política nacional o en las relaciones internacionales para justificar los enfrentamientos. La razón es que el agua, los ríos, los lagos y los manantiales, más allá de sus usos productivos, encarnan la identidad, las emociones y los valores culturales de las personas. En consecuencia, el agua puede motivar controversias e incluso conflictos armados. También puede utilizarse en estrategias bélicas.

[ de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 14 (vida submarina) y el Objetivo 6 (agua, , la pérdida de biodiversidad y riesgos para la salud humana 64, . Hay que evitar la contaminación por metales pesados del suelo, el agua y los ecosistemas marinos]

51. La contaminación por plásticos afecta de forma desproporcionada a las comunidades pesqueras costeras, las comunidades remotas e insulares y las poblaciones urbanas marginadas, agravando la pobreza y amenazando los medios de subsistencia. Los recicladores informales, entre los que hay mujeres y niños, desempeñan un papel importante, aunque a menudo ignorado, en la gestión de los residuos plásticos. Están en primera línea de la recogida y el reciclado de residuos, pero son vulnerables debido a las condiciones de trabajo inseguras, la explotación y las repercusiones negativas de esa actividad para la salud60.

52. La presencia de contaminación por microplásticos socava las condiciones medioambientales necesarias para una vida sostenible y obstaculiza el avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo 14 (vida submarina) y el Objetivo 6 (agua limpia y saneamiento) Los países en desarrollo con una infraestructura de gestión de residuos inadecuada sufren una carga desproporcionada61.

54. La contaminación de origen terrestre perjudica a los entornos oceánicos, ya que aproximadamente el 80 % de la contaminación marina procede de fuentes terrestres. Las aguas residuales, los metales pesados y los plásticos entran en los ecosistemas marinos a través de los ríos y los vertidos directos, lo que provoca la degradación de los hábitats, la pérdida de biodiversidad y riesgos para la salud humana 64 . Hay que evitar la contaminación por metales pesados del suelo, el agua y los ecosistemas marinos, así como la escorrentía agrícola de productos agroquímicos, como fertilizantes y herbicidas, causantes de la proliferación de algas, la eutrofización y las zonas muertas 65 . Esta contaminación contamina el agua potable y el pescado marino y compromete la seguridad alimentaria, con un impacto desproporcionado en los Pueblos Indígenas y de bajos ingresos, amenazando su acceso a agua potable, seguridad alimentaria y modos de vida tradicionales.

58. El daño medioambiental de tales actividades es inmenso y su aumento es incompatible con las obligaciones climáticas mundiales, amenazando la biodiversidad marina, los ecosistemas y los medios de vida de millones de personas 73 . Es esencial actuar de inmediato para eliminar progresivamente la dependencia de los combustibles fósiles, proteger los hábitats vulnerables y alinear las actividades oceánicas con los objetivos sostenibles en materia de clima y biodiversidad.

H. Riesgos relacionados con la minería en aguas profundas

59. La propuesta de extracción de minerales esenciales de aguas profundas plantea graves problemas medioambientales, climáticos y de derechos humanos 74 . La investigación científica parece indicar cada vez más que la explotación minera en aguas profundas podría tener consecuencias perjudiciales y desconocidas para la frágil biodiversidad marina y los ecosistemas oceánicos de aguas profundas 75 . Los ecosistemas de aguas profundas, que son mal comprendidos, son especialmente vulnerables a las actividades mineras, que destruyen el lecho marino, liberando potencialmente el carbono almacenado e interrumpiendo los procesos de secuestro de carbono del océano. El uso intensivo de energía en las operaciones mineras contribuye a una importante emisión de gases de efecto invernadero 76 .
 
62. Las tecnologías de eliminación de dióxido de carbono mediante geoingeniería marina, como la geoingeniería solar, el cultivo de algas y la fertilización del océano, plantean riesgos importantes para los ecosistemas marinos, como cambios en las precipitaciones, temperaturas extremas, agotamiento del oxígeno, alteración de los nutrientes e inestabilidad del sistema alimentario marino, lo que afecta a las comunidades que dependen de esos ecosistemas 78 . Las infraestructuras a gran escala necesarias para la geoingeniería intensifican la contaminación, los daños ocasionados por la minería y los efectos de la crisis climática.