Relatoría especial sobre la trata de personas, especialmente mujeres y niños, Reporte temático 2 (A/73/171)
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24. Una gran presencia internacional militarizada y predominantemente integrada por varones, como las tropas de mantenimiento de la paz, puede también exacerbar la trata con fines de explotación laboral o sexual, cuando no contribuir directamente a ella. La vinculación de personal militar, de mantenimiento de la paz y humanitario y demás personal internacional con la trata y la explotación conexa durante períodos posteriores a conflictos ha sido documentada en varios países, en particular en Angola, Bosnia y Herzegovina, Camboya, Kosovo, Liberia, Mozambique, la República Democrática del Congo, Sierra Leona, Somalia y Timor Oriental (ibid., párr. 43). A raíz de las denuncias de explotación y abusos sexuales, en particular en lo que respecta a los niños, contra el personal de mantenimiento de la paz que opera bajo la autorización del Consejo de Seguridad pero que no está bajo el mando de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (véase A/71/99), se han intensificado los esfuerzos de las Naciones Unidas para garantizar la prevención y una respuesta más firme a las denuncias de explotación y abusos sexuales cometidos por personas que actúan bajo la bandera de las Naciones Unidas. En febrero de 2017, el Secretario General aprobó una nueva estrategia para prevenir la explotación y los abusos sexuales (véase A/71/818) que concede carácter prioritario a los derechos y la dignidad de las víctimas. En muchos países, las Naciones Unidas y otros asociados han reforzado los mecanismos de denuncia, entre otras cosas estableciendo mecanismos de denuncia basados en la comunidad y desarrollando actividades de divulgación dirigidas a las comunidades afectadas en un esfuerzo por subsanar el bajo índice de denuncias. La trata de seres humanos está históricamente vinculada a la presencia de bases militares
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. Por ejemplo, en Djibouti, las bases militares extranjeras proporcionan un mercado estable en el que el cuerpo de la mujer puede convertirse en la moneda de cambio, en particular en torno a la trata, el trabajo forzoso, la explotación sexual, la prostitución forzada y el abuso
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